jueves, noviembre 09, 2006

De la Blanca Línea: La Sala de los Ojos Muertos (IV)

La morgue de a bordo del Vörsk era un lugar aún mas lúgubre que el lugar donde se encontraban, una habitación inundada de luz blanca con varias criptas y algunas planchas donde yacían 3 bultos oblongos cubiertos de una especie de lona negra, sobresalían por un extremo un par de blancos y tiesos pies en cuyo pulgar tenían atada una tarjeta con caracteres noruegos.

El lugar daba la sensación de ser casi tan frío como el exterior auque no existía un sistema de enfriamiento en la habitación a excepción de las criptas.

Al pié de la puerta de entrada, los doctores Vromg, Sanders, Carvin y los militares aguardaban observando al interior de la morgue, separados de la misma por una exclusa de gruesas puertas de cristal. A intervalos eran iluminados por la luz naranja intensa de una silenciosa sirena, que indicaba el alto total antes de ingresar a la morgue.

Está aislada del resto del barco, igual que otras áreas, murmuró Vromg. Descubrimos una rara variación del hongo aspergillium, ha demostrado ser tóxica aunque no es viable ya en los cadáveres, en teoría el área está descontaminada ahora mismo, pero ese un proceso intenso que nunca termina, se hacen 15 cambios de aire por hora. No es necesario el uso de aditamentos especiales.

Un minuto después sonó una alarma estridente y la sirena terminó su monótono giro, el grupo avanzó a paso lento con Vromg a la vanguardia que hacía las veces de guía: Tenemos sobre la plancha 3 de los cuerpos de los 18 encontrados en el Horus. Le recuerdo doctora Sanders que los datos y las muestras estarán a su disposición.

Colocándose una bata y unos guantes plásticos Vromg descubrió de golpe uno de los bultos, Carvin retrocedió un poco y los demás apenas contuvieron un gesto de repugnancia. Desde la plancha unos ojos desorbitados y muertos miraban al vacío, ligeramente salidos de sus órbitas y con sus pupilas dilatadas, el rostro estaba contraído en una mueca horrible y la pigmentación de este tanto como del resto del cuerpo era de un ictérico amarillo mostaza. Todos los músculos de la cara parecían estar contraídos, los brazos yacían fláccidos a los costados pero a partir del antebrazo la contracción comenzaba con brutal rigidéz hasta las manos, donde estas se volvían combadas junto con los dedos hacia el dorso, la parte exterior. Las uñas eran de un color violáceo negruzco aunque muy en la orilla se encontraba un hilillo rojizo como de polvo.

Los labios y los dientes que se lograban asomar en aquella mueca espantosa eran de igual color que las uñas, parecían podridos y en las ventanas nasales también se podía apreciar aquel hilillo rojizo. Sin embrago el detalle que coronaba lo grotesco del cadáver es que carecía de orejas, en su lugar quedaban interrumpidos a intervalos ligeros muñones negruzcos donde alguna vez se unió el cartílago a la cabeza.

Causa del deceso, continuó Vromg. Intoxicación aguda, lo que sabemos es que el tóxico interrumpió el sistema del citocromo P450, produciendo el envenenamiento mortal a nivel celular, ya lo corroboraron dos patólogos forenses y yo. Sin embargo, las toxinas de aspergillium conocidas hasta ahora no producen intoxicaciones por ese tipo de envenenamiento y mucho menos justifica el tono ictérico del cadáver, la rapidez con que seguro murió y la contracción anómala de los músculos faciales, del antebrazo y las manos; se apresuró a decir la doctora Sanders.

De hecho voy mas allá, continuó parando en seco a Vromg al tiempo en que este abría la boca para tomar de nuevo la palabra; este tipo de contracción refleja una parálisis tetánica producida por el toxoide de clostridium tetani, sus derivados y ciertas enzimas presentes en veneno de reptiles.

Exacto, veo que nos ha traido a una excelente toxicóloga capitán Stenton; continuó por fin Vromg con un dejo de ironía. Todo aquí es desconcertante, el polvillo rojo corresponde al crecimiento del hongo aspergillium, dijo al tiempo que raspaba con un unas finas pinzas una de las uñas. No se preocupen, descubrimos que las esporas son completamente incapaces de reproducirse, al menos a temperaturas convencionales.

Alguna idea de cómo llegó ahí?, preguntó Sanders; Bueno, de hecho los pulmones muestran dentro de sus alveolos una saturación de esporas del hongo, aunque comparado con la sustancia aislada el la mitocondria celular, aquella que dañó al citocromo, no parece ser un serio competidor para el agente mortal.

Sanders como los demás parecían perplejos. Entonces me esta diciendo que los cuerpos estaban atascados de hongos en los pulmones y que eso no los mató?. Vromg lanzó un suspiro; en resumidas cuentas si. Las esporas parecen haber germinado algún tiempo, no sabemos si antes o después de la muerte, pero su reproducción se detuvo de golpe. Además hay otros hechos que apoyan al tóxico como primer sospechoso y es que por todo el barco encontramos un polvillo amarillo que resultaron ser cristales amorfos de una sustancia aún no elucidada. A lo de cómo llegó a sus pulmones un hongo que nunca antes se había identificado y que obviamente no puede reproducirse en el ártico no lo se. Mucho menos se, continuó al ver la intensión de Sanders de seguir cuestionando, si es que ellos traían consigo el hongo como este no se desarrolló antes.

Mi pregunta era que como sabe que puede ser tóxico, dijo impaciente Sanders. Bien, verá el hecho es que al buscar en las bases de datos por casualidad alguien de mis subordinados dio con un hongo morfológicamente muy similar a nuestro aspergillium, encontrado en restos de humanos de la edad de piedra que fueron desenterrados en 1999 de una cueva en la tundra de siberia. Ahí se pudo demostrar que la causa de su muerte fue ese raro aspergillium cuyas esporas se encontraron viables gracias a las bajas temperaturas que las conservaron.

Tiene el tóxico relación con el Zvirex que contiene el barco?, preguntó Stenton. Casi seguramente que no, respondió Vromg; sus características fisicoquímicas difieren en gran medida. Pero esa molécula tiene alguna similitud con los tóxicos conocidos?, inquiró Sanders. No lo parece tampoco, ya hicimos una comparación rápida espectrográfica y arrojan diferencias muy grandes con las moléculas que pudieran ser candidatas.

Que opina? Preguntó el capitán Valder a la doctora Sanders. Es difícil incluso teorizar algo concreto, en primer lugar las sustancias que inducen las parálisis tetánicas no se respiran, se introducen en el cuerpo por medio de mordeduras o piquetes. Lo que apoya la teoría del envenenamiento por citocromo, el cuál es perfectamente factible que se respire. Pero a su vez deja de explicar porque se produjo la parálisis tetánica y porque solo en determinados músculos. Ya analizó un corte histológico del tejido nervioso doctor Vromg?.

En efecto y las anomalías se presentan en el axón neuronal, en otras palabras es un misterio. El color negruzco de los labios y uñas se debe a una hipoxia hisquémica, debida ala intoxicación por el citocromo, en cuestión a la pérdida de las orejas no sabemos nada; bueno, mas adelante será necesario tocar este punto. El proceso de putrefacción se encuentra visiblemente retrasado debido a las temperaturas de este lugar.

Me gustaría capitán Stenton me siguiera para recorrer el barco en cuestión. No tenemos mucho tiempo.