martes, noviembre 21, 2006

De la Blanca Línea: Lo Innombrable (VI)

El prisionero Xi-272 miraba con ojos ausentes el paisaje que ofrecía el pequeño boquete en la pared acorazado de rejas que servía de ventana a su pequeña celda. Afuera un desolador paisaje montañoso teñido de gris dominaba la escena, un bosque que parecía completamente solitario y silencioso se comenzaba a cubrir de una fina capa de nieve grisácesa que descendía lenta, silenciosa e inexorablemente describiendo espirales irregulares hasta besar el suelo. Los pinos que rodeaban el lugar parecían completamente secos y sus agujas igual o mas grisces aun que los diminutos copos que las cubrían.

Ni animal ni ser humano había visto el prisionero jamás desde que solía mirar aquel desolador paisaje, un silencio mortal dominaba aquel lugar y una quietud pasmosa, casi alarmante se dejaba sentir en el exterior; solo rota muy de vez en cuando por una rápida ráfaga de aire frío que tan pronto rugía como se apagaba.

El prisionero Xi-272 suspiró y recargada su cabeza en el muro cerró un momento los ojos murmurando monosílabos enredados, temblando ligeramente, sentado en un pequeño banquito y atado con una antigua y desgastada camisa de fuerza gris verdosa adornada con una gran estrella roja casi borrada al frente.

Casi con dificultad se despegó de la pared y se puso en pié; era un hombre alto aunque los pantalones de algodón hechos jirones le llegaban a media pantorrilla resaltando aun mas sus pies descalzos y de uñas largas. Cojeando se desplazó al otro muro de la celda donde había un lavamanos y un espejo sucio justo a la altura de su cara.

Se inclinó sobre el lavamanos y con alguna dificultad, como si tuviese una costilla rota se esforzó por escupir un bolo viscoso de saliva y sangre que tardó en resbalar por la superficie cóncava hasta el desagüe.

Se miró al espejo y se encontró con el terrible disgusto de cada día, un semblante cadavérico con la reseca y sucia piel pegada a sus pómulos como plástico. Tenía un corte severo en una ceja que casi tapaba su ojo izquierdo.

Fué entonces que depronto la puerta de hierro se abrió de golpe y por ella entró un soldado achaparrado ataviado con un viejo uniforme verde olivo tan monótono y triste como todo lo que rodeaba al prisionero, a excepción de una fantasmal estrella roja que aún se adivinaba en su gorra. Aquél hombre de rasgos mongoles habló con severidad al prisionero tomándolo del hombro y poniéndolo de rodillas.

Esto no era nada nuevo para el cautivo, durante el último mes a intervalos esta escena se había repetido casi a diario. El soldado lo registraba para evitar que escondiese armas rudimentarias en su chaqueta de castigo, después lo ponía de pié y apunta de rifle lo llevaba por interminables pasillos, igual de grises y desolados; pués era tal la soledad de aquella extraña fortaleza que incluso pensaba que bien podría haber sido el único preso en ella.

Caminaban ya por el largo pasillo, el preso esforzándose por no cogear y el soldado empujándolo con la punta de su rifle al tiempo que el eco de las botas de este último se amplificaban en el vacío corredor. De cuando en cuando pasaban estrechas ventanas donde se filtraba la luz como un potente rayo gris.

Entonces algo desgarró el silencio y el monótono golpeteo de las botas del soldado: un himno, un cantar marcial resonaba por los altavoces del exterior entonando una letanía en lengua extraña. Esto distaba mucho de alegrar al prisionero, imaginaba toda una marcha que hablaba de la patria, los héroes y las bondades de estado; pero que al mismo tiempo contenía un mensaje de advertencia y odio a quien se atreviera a contradecirlo.

Su pierna derecha se estaba entumiento por las corrientes de aire gélido que lo bañaban caprichosamente. Pero cuando pensó que tal vez no podría ya continuar, doblaron la marcha en un pasillo secundario y el hombre de ojos rasgados gritó una consigna indescifrable.

Enseguida la puerta de abrió y otro enigmático soldado tomó por los hombros al preso sentándolo con un golpe seco en una silla, acto seguido los dos soldados salieron de la estancia
cerrando la puerta tras de si.

La habitación no era muy grande, pero estaba considerablemente mas limipia que su pequeña celda, no había heces esparcidas ni ese repugnante olor a amonio que lo molestaba a todas horas. Además estaba mucho mejor iluminada, una ventana algo mas grande que los demás dejaba pasar mas luz que toda la que había visto en el trayecto hacia ese lugar.

El lugar estaba prácticamente vacío a excepción de un cuadro en la pared con el rostro de un militar regordete con la leyenda: Kim Il Sung; una mesa metálica y una silla mas aparte de la que ocupaba el preso. Por la ventana solo se apreciaba el bosque muerto y una bandera hondeando pesadamente con franjas azules con rojo de fondo rematada con una estrella descentrada.

Cuando finalizó aquel himno estridente los oidos del presozumbaban pero apenas se percató de eso cuando entró un nuevo personaje por la puerta, con modales muy finos y evitando arrugar su traje negro tomo la silla y se sentó en ella, cruzó los dedos sobre la mesa y miró fijamente al cautivo largo tiempo. Este por su parte lo miraba casi tímidamente através de sus ojos azules, como si esperara ser golpeado de un momento a otro.

Depués de un largo rato aquel estático personaje de mirada rasgada dió un pequeño suspiró y procedió para la extrañeza del prisionero en perfecto inglés:

- Prisionero Xi-272, sabe porqué está usted aqui?-. Era la pregunta menos esperada, sobretodo después de haber sido interrogado en un idioma extraño sin entender palabra. -No-. Aquel ser tocrció ligeramente la boca y siguió. - No creo que esté en condiciones de mentirle a quién tiene su vida en las manos-. -No me malinterprete pero no creo que su comunismo permita la justicia-.

Aquél hombre se rió de manera casi artificial. - Esto no es un juicio y el gobierno poco tiene que ver aqui señor Kandinsky, usted está aqui por atreverse a desafiar una gran autoridad-. - Ignoro de que me habla-. -Oh, claro que lo sabe, como nosotros sabemos que era tripulante del ballenero Esturión y servía bajo las órdenes del capitán Flickvert Rötgren, que encontraron el cargamento de Zvirax en el ártico que prácticamente fueron borrados de la existencia por algo que es mejor no mencionar-.

-Como es que llegué aquí?, no es precisamente el ártico-. -Sabe? empiezo a creer que de verdad no esta familiarizado con nuestras sociedades señor Kandinsky-. -Por Dios, si infringimos una ley o hicimos algo malo no fué a propósito, solo quiero irme-. - Eso es simple, usted fué encontrado en el Horus III, como único sobreviviente, fué llevado a la embarcación militar Vörsk, no lo recuerda?-.

Xi-272 hizo un gran esfuerzo por recordar y a su mente acudían imágenes si no nuevas, si perturbadoras; había soñado con eso mil veces: Se veía a sí mismo sacudiéndose violentamente en algo que parecía ser una cama de hospital, todo era borroso y confuso. Observaba como el personal de ahí, que parecían mas bien marinos militares hacía esfuerzos por sujetarlo de los brazos mientras que otros luchaban por inyectarle alguna sustancias desconocida.

Se preguntaba si esa era la epilepsia, tiempo después la negrura que siguió a su crisis se volvía mas diáfana y recordaba un salón oscuro con tres personajes sentados en tronos de madera delante de el ataviados con túnicas negras y antifaces, el estaba desnudo de pié enfrente de ellos, con las manos y pies sujetos a grilletes. La sala era oscura pero el parecía estar bajo un rayo de luz, casi no distinguía nada mas de la estancia.

Recordó como con lacónicas voces le cuestionaban si era parte del Mossad, el servicio de inteligencia Chino y muchos mas grupos que nunca había oído antes. Xi-272 solo se limitó a contar su historia y lo acontecido en el Horus III. Al final siempre le preguntaban si conocía a alguien a quien ellos llamaban "La Grande" o si era un supuesto traidor al que llamaban aliado de "La Disidente". El negaba todo, muchas preguntas extrañas acontecían entonces: Si sabía algo del Zvirax, si había luchado con un tal Nameless.

Finalmente le proponían jurarle fidelidad eterna a "La Grande", entonces el se negaba y era ahí cuando todo volvía a ser negro y despertaba siempre.

Pero esta vez había soñado despierto y al volver a la realidad encontró a aquel hombre de traje negro sentado frente a el y mirándolo fijamente. Sus labios estaban entreabiertos y cayó en la cuenta de que sin darse cuenta había relatado el sueño a su entrevistador.

- Muy bien señor Kandinsky, eso es un adelanto pero no lo recuperamos de las garras de ese clan solo para oír su historia personal. Ahora mismo me va a relatar la historia que ellos le contaron-. Kandinsky comenzó a recordar otro pedazo de sueño olvidado, ahí los personajes de las túnicas hablaban cosas que no comprendía del todo:

"Señor Kandinsky, la propocición que le hemos hecho dada su inusual habilidad es por el bien de nuestro clan. Seguramente oyó que hace algún tiempo despareció un barco carguerollamado el Horus III, el mismo donde usted estuvo. Bien, oficialmente el barco llevaba piezas petroleras sin embargo su carga real era una sustancia denominada Zvirax de la que solo le diré es un arma que desatada contra la humanidad podría llevar a una dependencia de disacrádidos sin control.

Esto haría invencible a nuestro clan rival, aquellos que apoyan a "La Disidente". Ella dominaría el mundo sumiéndolo en el caos, así que nuestra gente robó el prototipo de Zvirax y lo envió al ártico con medios que no me es posible explicarle. Sin embargo con el tiempo los seguidores de "La Disidente" se acercaban mas a la ubicación secreta, pero no podíamos destruir el barco con la sustancia puesto que preparábamos un antídoto contra ella, incluso indagábamos una forma de hacerla trabajar a nuestro favor.

Los primeros en llegar fueron los marinos del Esturión, pues su capitán es un aliado de "La Disidente", lamentablemente ese capitán Rötgren es muy astuto y guiado por la infraestructura tecnológica del Mossad llegó sin ser detectado. A esas alturas era prácticamente imposible detenerlos, si Rötgren hubiese salido con un solo gramo de la sustancia es posible que la balanza por fin hubiese sido inclinada hacia el lado de nuestros enemigos. Por suerte a Ella nada se le escapa y todo lo sabe. Sin previo aviso envió a una de sus armas mas poderosas con un solo objetivo: Destruirlos a ustedes y salvaguardar el cargamento.

Nunca ha fallado y tal vez lo recuerde en el barco, aquella sombra que tanto tiempo lo ha obsesionado: se le conoce como Nameless. Ciertamente no había duda del éxito de aquella misión de rescate, hasta que lo encintramos a usted Kandisnky; usted ha sido el único capaz de sobrevivir al ataque del Sin Nombre. Un raro honor que lo obliga a tomar partido por nosotros o morir, comprendo que quiera parecer neutral y librarse de todo, pero le aseguro que afuera los seguidores de “La Disidente” lo cazarán como un animal salvaje y no descansarán hasta sacar de su cuerpo aquel raro don; pues no ha habido nunca nadie capaz de burlar al sin nombre.

Sabemos que no salió limpio del encuentro, presenta episodios epilépticos, delirios esquizoides y daño en su memoria a corto plazo, pero lo mas importante es que sigue vivo. Jurará lealtad a “La Grande” o prefiere morir, pues nadie que haya visto siquiera de lejos esta guerra puede permanecer neutral”.

Entonces el sueño se desvaneció y nuevamente se vio cara a cara con su confesor de traje negro que escuchaba imperturbable.

- Sabe Kandinsky, nos tomó 30 años desarrollar ese Zvirax y lo perdimos en una horrible batalla cerca de Eritrea, ellos destruyeron nuestras instalaciones, nos tomó años localizar la nave y se nos volvió a escapar justo cuando lo teníamos en la punta de los dedos. Pero aún así no hemos perdido, pues existen mas alternativas al Zvirax desarrollándose en este momento. Puede que ellos ganaran una batalla, pero nosotros estamos mas cerca de ganar la guerra, “La Disidente” triunfará sobre aquella diosa corrompida, es solo cuestión de tiempo-.

-Que quiere de mí?-. Balbuceó el prisionero. –Muy simple, perdimos varios hombres para traerlo aquí porque su cuerpo encierra el secreto para defendernos de una de sus grandes armas, usted me dará su cuerpo y jurará lealtad a “La Disidente”-. – Solo déjeme ir-. Una cruel sonrisa ensombreció aún mas el rostro de aquel hombre, que sin mediar palabra se levantó con delicadeza de su silla y de un estuche plateado sacó dos guantes de cuero blancos.

Se los colocó con una gracia casi artística y del mismo estuche sacó un bisturí, pero el prisionero reaccionó muy tarde porque a mitad de su intento por levantarse aquél hombre extraño lo sujetó por los cabellos sucios y lo estrelló contra la mesa. El cautivo solo sintió un golpe sordo dentro de su cabeza y antes de darse cuenta tenía la fría mordida del bisturí desgarrando su maxilar derecho, en menos de 5 segundos aquél verdugo había desprendido toda su mejilla derecha.

El prisionero ahora gritaba y se sacudía violentamente sobre el piso bañándolo de sangre, no entendía nada solo el dolor ocupaba sus pensamientos. A intervalos en sus frenéticas contracciones de dolor vio como entraban los otros dos soldados, uno de ellos llevando consigo una bolsa de plástico transparente donde metieron su pedazo de rostro.

Sus propios aullidos de agonía lo aturdían y en medio de golpes y arrastres terminaron por botarlo en su celda otra vez. Gradualmente y después de varias horas de pedir que lo mataran en vano se quedó inconsciente.

En toda la noche ni el mas leve ruido pudo oír el centinela que guardaba la entrada a su celda. Fue hasta la mañana siguiente que el mismo soldado del día anterior, pero esta vez acompañado de un médico entraba a su celda, un cuartito de no mas de 3 x 3 metros.

Al abrirlo una nubecilla de polvo rojizo se desprendió del marco de la puerta, ambos personajes se petrificaron al no encontrar mas que un charco de sangre seca en el centro y una capa de polvillo rojizo en la cama, el banquito y el lavamanos, único mobiliario en la habitación. Del preso no había rastro, incluso la pequeña abertura que servía de ventana tenía todos sus barrotes tan sólidos como siempre, también cubierta de aquel polvillo rojo.

Se dio la señal de alarma y se buscó al prófugo por las montañas y caminos cercanos de aquella desolada región. No fue hasta mas tarde cuando el extraño personaje de traje negro entró en la celda que se percató de lo mas terrible del asunto, en una de las paredes trazada con una tiza había una débil raya blanca que formaba un rectángulo, como si de una puerta se tratase y próxima a ella en caracteres negros se apreciaba la leyenda:

"Örk Um Krögnetk"

Aquel personaje no atinó a comprender que podría significar aquello, y desprendiéndose de manera muy elegante de uno de sus blancos guantes acercó su dedo índice a aquella débil raya en la pared…

jueves, noviembre 09, 2006

De la Blanca Línea: La Rúbrica Negra (V)

El cielo era un magnífico espectáculo de luces fantasmales, virando del verde esmeralda al azul turquesa; sin embargo el capitán Stenton apenas lo notó pues si volteó hacia arriba era para adaptarse la máscara antigases que le había tendido el capitán Valder.

La Cubierta del Vörsk estaba intensamente iluminada por potentes reflectores, pero el camino que seguían los llevaba a un punto donde se extendía un puente mecánico hasta el Horus III; por ambos lados unos centinelas completamente cubiertos de ropas aislantes hacían guardia. Saludaron a los militares y estos comenzaron a atravesar el puente.

Stenton no se distinguia por ser un buen marino, aunque como oficial de la Fuerza Aérea se había visto obligado a pasar gran parte de su tiempo en portaaviones. Así que cuando en mitad del puente una ráfaga helada de viento amenazó de improviso por tirarlo al mar, no dudó un segundo en aferrarse con fuerza al pasamanos. Por suerte Valder que era capitán de la marina iba perdido atrás de el checando con interés la pantalla de un dispositivo electrónico y no pareció percatarse de su desliz.

Una vez a bordo del Horus, se veían trabajar pocos soldados con máscaras antigases por el barco. Es poco el personal calificado que tenemos para semejante situación, aclaró Valder adivinando el pensamiento de Stento. De hecho no necesitamos mas, ya hemos recabado cuanta información hemos podido.

Stenton asintió silencioso al tiempo que otra ráfaga de aire frío volvía a golpearlos. Es culpa del anillo, dijo señalando a los alrededores Valder, crea un remolino de viento, por cierto, pise con cuidado. Pues el piso y en general el barco estaban muy seriamente dañados por el óxido, de cuando en cuando se podían ver hoyos en el metal.

Ambos hombres caminaron hasta la sala de máquinas donde entraron cerrando la puerta tras de sí. Stenton seguía tiritando cuando Valder le ofreció un cigarrillo que aceptó gustoso aunque quejándose. No va esto en contra de las normas, capitán Valder?. En efecto, pero dado que no hay sustancias volátiles abordo, estamos en el ártico con un frío de los mil diablos y yo estoy a cargo; no creo que haya mayor problema.

Una ligera sonrisa se asomó a los labios de Stenton. Deber ser mas grave de lo que pienso el asunto si es que nos han mandado al MI6, la agencia de espionaje inglesa, el brazo armado del grupo. No está tan errado capitán Valder, vengo de parte de gente muy poderosa que está muy interesada en recuperar estos contenedores de Zvirax.

Valder se sorprendió, es decir que ya sabía lo del Zvirax?. Si en esencia, aunque no se de que sustancia se trate o que propósito tenga. Tiene idea si está relacionado con ese tóxico del que hablan los doctores?.

Stenton soltó una bocanada de humo, la punta brillante de los cigarros resaltaba en aquella estancia oscura. Si y no, realmente no se prácticamente nada del asunto; pero cuando hablaron de ese tóxico recordé algo muy curioso pues en todos estos años de servicio en el MI6 he visto muchas cosas. Dígame Valder, ha estado en alguno de los conflictos en medio oriente?.

Valder negó con la cabeza y aspiró una porción del humo. Yo estuve hace muchos años en el conflicto de la guerra de Egipto contra Isarel, hubo tropas egipcias, y esto que le digo por supuesto que es extraoficial, que encontramos completamente muertas al sur de ese país; los cadáveres según recuerdo, lucían exactamente iguales a los que acabamos de ver. Dias después se nos ordenó a mi y a otro agente, desplazarnos a Serbrit, un poblado y recuperar 3 latas; por supuesto nunca se nos dijo que era ni su utilidad. Teníamos que entregarlas a un militar en Rasfahan a varios kilómetros de ahí, por lo que durante 3 días viajamos con las latas. Estas solo tenían inscrito en caracteres hebreos e ingleses la leyenda: Agente Amarillo.

Stenton hizo una pausa para inhalar y exhalar el humo del cigarro que parecía mas denso de lo habitual y continuó su relato. La misión fue un éxito, pero años después me encontraba en Kurdistán, ahí fui testigo de cómo un superior ordenó el ataque a un grupo de élite kurdo con ese mismo agente amarillo; fue las únicas veces que supe de el y que pude apreciar sus efectos devastadores hasta el día de hoy.

Bonita historia, pero el asunto no termina allí, dijo Valder tendiéndole el dispositivo electrónico a Stenton. En su brillante pantalla estaba la foto de un hombre y aun lado lo que parecía ser una ficha técnica. Se podía leer Flickvert Rötgren, capitán del barco pesquero Esturión; islandés, 55 años y un código en letras rojas: VEPKDR0045RGIR.

Ese código indica que el supuesto Flickvert Rötgren no es quien decía ser, es la referencia confidencial a los archivos que el MI6 posee, señaló Valder. En efecto capitán Valder, el código cifrado me es familiar, pero que me puede decir del verdadero hombre detrás de Rötgren y el hecho de que haya venido buscando el Horus III?.

El hecho de fijarnos en Rötgren se debe a que encontramos su cadáver en el cuarto de máquinas, lo investigamos y resultó que el MI6 ya conocía de su existencia. Hasta donde sabemos su nombre real era Elaqueius Thornk, militó en las fuerzas especiales del ejército islandés y después se movió a la sección de inteligencia. Sabemos que en algún momento trabajó en conjunto para el Mossad, aunque luego desertó para unirse a ellos directamente; al parecer era un agente en solitario, con misiones registradas entre los 80 y principios de los 90 en Líbano e Irán, todas de máximo riesgo. Parece que el Mossad dejó de suministrarle su apoyo y se volvió un blanco de la Interpol, por lo que cambió de identidad refugiándose en Noruega. Sospechamos que el Mossad lo persuadió para que viniera por el Zvirax, aunque no entiendo como encajan ellos en la historia, teóricamente son del mismo bloque que el MI6.

Stenton aplastaba el cigarrillo con su bota matando la última braza, devolvió el dispositivo a Valder y preguntó. Como están tan seguros de que trabajaba para el Mossad cuando vino aquí? Creen que el haya detonado el agente amarillo?.

Valder carraspeó aclarándose la garganta. El Esturión poseía un registro de las conexiones por teléfono satelital que mantenía, así como de la ruta seguida por GPS, las comunicaciones aparte de las de capitanía de puerto, salieron hacia Marruecos y de ahí se enlazaban al Cairo, finalmente rastreamos el rigen en Tel Aviv. Rötgren llevaba consigo además pasaportes Israelí y Español, una lista cifrada con números telefónicos que sabemos al menos uno comunica a las instalaciones del Mossad.

Pero entonces como es que detonó el Agente Amarillo?, había alguien mas en el barco?, han detectado su presencia?. Esa es la parte mas delicada del asunto, creemos que por alguna razón al Mossad ya no le convenía que Rötgren se llevara el Zvirax y decidió eliminarlo, pero porqué con el agente amarillo, no lo sabemos; Pero sígame.

Valder tiró el cigarro por la borda y sorteando toda clase de hoyos y acumulaciones del polvo amarillo descendieron hasta el cuarto de máquinas guiados por una lámpara sorda, aunque el camino estaba indicado por tubos fluorescentes. Ahí Valder se abrió paso seguido de Stenton en medio de varios despojos que parecían piedras, cabellos, vómito y vísceras humanas hasta una sección especial.

Dígame Stenton, se que usted al igual que yo y las personas que lo han enviado estamos versados en los lenguajes antiguos y la simbología primitiva; que le parece esto?. Y acto seguido con la lámpara sorda iluminó una leyenda escrita en letras negras:

"Nameless, Örk Um Krögnetk"

Stenton dio un rápido resoplido y se quedó pensando absorto en las letras, fue hasta cuando Valder le puso la mano en el hombro que de un sobresalto regresó a la realidad.

Bien Valder, los caracteres son auténticos. El agente en cuestión siempre usa una caligrafía gótica, en eso casi nadie repara pues lo imitadores por lo general usan una caligrafía latina. La gramática de la lengua antigua corresponde a los disidentes del norte, un lenguaje nórdico primitivo y torcido.

Así que la rápida acción del grupo permitió que los disidentes no se apoderaran del Zvirax, supongo. Valder, casi nadie ha tenido el privilegio de interactuar con el agente que dejó aquí su rúbrica en cuestión; sin embargo se dice que nunca falla, incluso se debate en algunos círculos sobre si existe mas de uno.

Perdone mi ignorancia Stenton pero entonces esta es su rúbrica?. En parte Valder, en los círculos iniciados se le conoce como Nameless o Sin Nombre; se dice que su nombre está expresamente prohibido pronunciarse, siquiera saberse. Se dice que solo personajes de gran poder pueden saber su nombre, pero no pronunciarlo pues existen dos posibilidades, o bien los destruye o bien lo dominan; aunque nadie en la historia lo ha podido dominar, mas bien los disidentes apoyándose en el Mossad han querido obtener su nombre por todos los medios para poder quitarnos un arma esencial y mortífera.

El “Örk Um Krögnetk" parece ser una amenaza o advertencia en el idioma primitivo que todavía se maneja entre los disidentes. Que al parecer el Nameless puso para Rötgren o algún otro de su legión.

Hay algo mas que quiero que vea Stenton; dijo Valder apenas conteniendo su nerviosismo, le temblaban los labios cuando se llevaba a la boca otro cigarro.

Ambos hombres subieron a cubierta y llegaron hasta el área de camarotes, el frío era intenso y Valder, a pesar de ser hombre acostumbrado al inclemente aire polar temblaba, aunque no sabía si de frío. Con su frágil pulso alumbró con su lámpara sorda un área oscura y semisumergida en el agua helada, el ángulo en que estaba torcido el barco dificultaba acercarse al área sumergida.

El barco se hunde muy lentamente, el aire desalojado del casco es poco, pero se pierde constantemente. Y con la luz señaló una parte del muro metálico negro y oxidado, completamente deteriorado; sin embargo encerraba un pequeño detalle: Un pequeño rectángulo blanco se extendía casi en diagonal debido a la inclinación del barco, pero que visto en posición normal parecía haber señalado el lugar como si de una puerta se tratase.

Es hombre observador Valder, dijo casi en un susurro Stenton mientras se acercaba a mirar lo que parecía ser tiza blanca que dibujaba la “puerta”. Tenga cuidado de no meter el pié en el agua Stenton, no quiero accidentes, eso está debajo de los -20 grados.

Stenton miró hacia abajo casi como si descubriera el agua por primera vez y apenas retiró el pié de donde el agua helada bañaba la cubierta. Una buena parte de la raya blanca que trazaba la “puerta” se sumergía en el agua.

Largo rato Stenton contempló muy de cerca la raya blanca que resaltaba en la oscuridad del muro viejo. Solo un tramo parecía cambiar, tornarse color marrón en un tanto y en otro gris.

Alguien la ha tocado Valder?. Comisioné un ingeniero para que la analizara, supuse por alguna razón que era un signo clave; le aplicamos ácidos y se tornó marrón despidiendo vapores muy agresivos, con las sustancias alcalinas despidió una nubecilla densa pero parecía menos reactivo.

Pero nadie la ha tocado?. No, ni siquiera hemos recogido muestras, estaba esperándolo para ver si sabía algo. Que nadie lo toque Valder, y no intenten removerlo, es preferible que desaparezca con el barco.

Por Dios Stenton, que diablos es esa cosa?, obviamente no es tiza ordinaria, lo que sepa dígamelo. Stenton retrocedió frenético y arrastró cubierta arriba a Valder tirándolo de sus ropas, volteando de tanto en tanto a las líneas blancas.

Puso a Valder contra el muro metálico del barco y lentamente acercó sus labios a su oído. Valder, no puedo hablar de esto así como así, pero por seguridad suya le diré lo esencial si y solo si me promete nunca repetirlo ni decir de quién lo oyó, por el Voto Sagrado.

Valder escupió el cigarro y en susurros juró. Por el Voto Sagrado juro que a nadie he de hablar de lo que de sus labios salga ni revelar lo que usted me ha dicho. Entonces Stenton muy quedo y muy despacio procedió a cuchichear verdades importantes.

Valder, se dice que el Sin Nombre es agente de La Grande y que actúa bajo sus órdenes, se dice y esto era hasta hace unos momentos para mí una leyenda y que Ella me libre de haber pensado mal; pues con lo que me ha mostrado se ahora que es imposible negar la existencia de tal genio que lleva el apelativo de Sin Nombre.

Una vez se me ordenó detener y asesinar a un agente soviético en Praga, entre sus papeles llevaba consigo un diagrama muy simple de una puerta. Los caracteres eran hebreos, pero algo pude descifrar, se dice que cierto “ser” usaba estas “puertas” para viajar grandes distancias en segundos y que igual desaparecía en ellas. Se suponía que solo el era capaz de usar semejantes sortilegios, nunca pensé que se tratara de Sin Nombre.

Mas abajo venían una serie de disertaciones matemáticas con ecuaciones y algunas anotaciones, estaban escritos teoremas de Reinmman, Einstein y Rosen. Después supe que fueron gente que se dedicó a investigar espacios extraños y dimensiones espaciales.

Las notas decían cosas como ajustando la ecuación, se concluye, interpolando con… Aparentemente era una demostración de cómo se podían abrir los supuestos pórticos. Sin embargo al final faltaba una hoja que seguramente se ha perdido para siempre, no dice si se podían imitar.

Nunca fui bueno en las matemáticas, sabe?. Y menos las abstractas, no se si lo que allí estaba plasmado era pura fantasía o cosa seria. Solo se que al ver esa puerta, esa rúbrica y dado que no existe otra explicación factible para que alguien haya lanzado el agente amarillo, me queda pensar que este tal Nameless actuó orden expresa de Ella.

Stenton agachó la cabeza, respiraba en grandes bocanadas como si hubiera hecho un gran esfuerzo. Valder temblaba ligeramente con la mirada perdida en el océano quieto y helado.

Cuando sonó el radio de Valder: Señor, hay problemas. Que sucede Sargento?. Se trata del sobreviviente, es mejor que venga.

De la Blanca Línea: La Sala de los Ojos Muertos (IV)

La morgue de a bordo del Vörsk era un lugar aún mas lúgubre que el lugar donde se encontraban, una habitación inundada de luz blanca con varias criptas y algunas planchas donde yacían 3 bultos oblongos cubiertos de una especie de lona negra, sobresalían por un extremo un par de blancos y tiesos pies en cuyo pulgar tenían atada una tarjeta con caracteres noruegos.

El lugar daba la sensación de ser casi tan frío como el exterior auque no existía un sistema de enfriamiento en la habitación a excepción de las criptas.

Al pié de la puerta de entrada, los doctores Vromg, Sanders, Carvin y los militares aguardaban observando al interior de la morgue, separados de la misma por una exclusa de gruesas puertas de cristal. A intervalos eran iluminados por la luz naranja intensa de una silenciosa sirena, que indicaba el alto total antes de ingresar a la morgue.

Está aislada del resto del barco, igual que otras áreas, murmuró Vromg. Descubrimos una rara variación del hongo aspergillium, ha demostrado ser tóxica aunque no es viable ya en los cadáveres, en teoría el área está descontaminada ahora mismo, pero ese un proceso intenso que nunca termina, se hacen 15 cambios de aire por hora. No es necesario el uso de aditamentos especiales.

Un minuto después sonó una alarma estridente y la sirena terminó su monótono giro, el grupo avanzó a paso lento con Vromg a la vanguardia que hacía las veces de guía: Tenemos sobre la plancha 3 de los cuerpos de los 18 encontrados en el Horus. Le recuerdo doctora Sanders que los datos y las muestras estarán a su disposición.

Colocándose una bata y unos guantes plásticos Vromg descubrió de golpe uno de los bultos, Carvin retrocedió un poco y los demás apenas contuvieron un gesto de repugnancia. Desde la plancha unos ojos desorbitados y muertos miraban al vacío, ligeramente salidos de sus órbitas y con sus pupilas dilatadas, el rostro estaba contraído en una mueca horrible y la pigmentación de este tanto como del resto del cuerpo era de un ictérico amarillo mostaza. Todos los músculos de la cara parecían estar contraídos, los brazos yacían fláccidos a los costados pero a partir del antebrazo la contracción comenzaba con brutal rigidéz hasta las manos, donde estas se volvían combadas junto con los dedos hacia el dorso, la parte exterior. Las uñas eran de un color violáceo negruzco aunque muy en la orilla se encontraba un hilillo rojizo como de polvo.

Los labios y los dientes que se lograban asomar en aquella mueca espantosa eran de igual color que las uñas, parecían podridos y en las ventanas nasales también se podía apreciar aquel hilillo rojizo. Sin embrago el detalle que coronaba lo grotesco del cadáver es que carecía de orejas, en su lugar quedaban interrumpidos a intervalos ligeros muñones negruzcos donde alguna vez se unió el cartílago a la cabeza.

Causa del deceso, continuó Vromg. Intoxicación aguda, lo que sabemos es que el tóxico interrumpió el sistema del citocromo P450, produciendo el envenenamiento mortal a nivel celular, ya lo corroboraron dos patólogos forenses y yo. Sin embargo, las toxinas de aspergillium conocidas hasta ahora no producen intoxicaciones por ese tipo de envenenamiento y mucho menos justifica el tono ictérico del cadáver, la rapidez con que seguro murió y la contracción anómala de los músculos faciales, del antebrazo y las manos; se apresuró a decir la doctora Sanders.

De hecho voy mas allá, continuó parando en seco a Vromg al tiempo en que este abría la boca para tomar de nuevo la palabra; este tipo de contracción refleja una parálisis tetánica producida por el toxoide de clostridium tetani, sus derivados y ciertas enzimas presentes en veneno de reptiles.

Exacto, veo que nos ha traido a una excelente toxicóloga capitán Stenton; continuó por fin Vromg con un dejo de ironía. Todo aquí es desconcertante, el polvillo rojo corresponde al crecimiento del hongo aspergillium, dijo al tiempo que raspaba con un unas finas pinzas una de las uñas. No se preocupen, descubrimos que las esporas son completamente incapaces de reproducirse, al menos a temperaturas convencionales.

Alguna idea de cómo llegó ahí?, preguntó Sanders; Bueno, de hecho los pulmones muestran dentro de sus alveolos una saturación de esporas del hongo, aunque comparado con la sustancia aislada el la mitocondria celular, aquella que dañó al citocromo, no parece ser un serio competidor para el agente mortal.

Sanders como los demás parecían perplejos. Entonces me esta diciendo que los cuerpos estaban atascados de hongos en los pulmones y que eso no los mató?. Vromg lanzó un suspiro; en resumidas cuentas si. Las esporas parecen haber germinado algún tiempo, no sabemos si antes o después de la muerte, pero su reproducción se detuvo de golpe. Además hay otros hechos que apoyan al tóxico como primer sospechoso y es que por todo el barco encontramos un polvillo amarillo que resultaron ser cristales amorfos de una sustancia aún no elucidada. A lo de cómo llegó a sus pulmones un hongo que nunca antes se había identificado y que obviamente no puede reproducirse en el ártico no lo se. Mucho menos se, continuó al ver la intensión de Sanders de seguir cuestionando, si es que ellos traían consigo el hongo como este no se desarrolló antes.

Mi pregunta era que como sabe que puede ser tóxico, dijo impaciente Sanders. Bien, verá el hecho es que al buscar en las bases de datos por casualidad alguien de mis subordinados dio con un hongo morfológicamente muy similar a nuestro aspergillium, encontrado en restos de humanos de la edad de piedra que fueron desenterrados en 1999 de una cueva en la tundra de siberia. Ahí se pudo demostrar que la causa de su muerte fue ese raro aspergillium cuyas esporas se encontraron viables gracias a las bajas temperaturas que las conservaron.

Tiene el tóxico relación con el Zvirex que contiene el barco?, preguntó Stenton. Casi seguramente que no, respondió Vromg; sus características fisicoquímicas difieren en gran medida. Pero esa molécula tiene alguna similitud con los tóxicos conocidos?, inquiró Sanders. No lo parece tampoco, ya hicimos una comparación rápida espectrográfica y arrojan diferencias muy grandes con las moléculas que pudieran ser candidatas.

Que opina? Preguntó el capitán Valder a la doctora Sanders. Es difícil incluso teorizar algo concreto, en primer lugar las sustancias que inducen las parálisis tetánicas no se respiran, se introducen en el cuerpo por medio de mordeduras o piquetes. Lo que apoya la teoría del envenenamiento por citocromo, el cuál es perfectamente factible que se respire. Pero a su vez deja de explicar porque se produjo la parálisis tetánica y porque solo en determinados músculos. Ya analizó un corte histológico del tejido nervioso doctor Vromg?.

En efecto y las anomalías se presentan en el axón neuronal, en otras palabras es un misterio. El color negruzco de los labios y uñas se debe a una hipoxia hisquémica, debida ala intoxicación por el citocromo, en cuestión a la pérdida de las orejas no sabemos nada; bueno, mas adelante será necesario tocar este punto. El proceso de putrefacción se encuentra visiblemente retrasado debido a las temperaturas de este lugar.

Me gustaría capitán Stenton me siguiera para recorrer el barco en cuestión. No tenemos mucho tiempo.

lunes, noviembre 06, 2006

De la Blanca Línea: El Anillo de Hielo (III)

Dos helicópteros Thunderhawk de la Real Fuerza Aérea Británica sobrevolaban Punto de No Retorno muy entrados ya en el círculo polar ártico. Los potentes rotores desgarraban el silencio del eterno crepúsculo boreal, proyectando una irregular sombra negra a su paso en los oscuros icebergs helados.

Abordo de uno de ellos, el Great Majesty se encontraba el teniente primero Joseph E. Edwards, el capitán de la fuerza aérea Andrew Stenton y la Toxicóloga Claire Sanders. Abordo del helicóptero auxiliar la tripulación se componía de infantes de la marina inglesa, dos paramédicos militares y un psiquatra del Instituto Mental Saint Marie, John Carvin.

El destino se encontraba en el límite de la Zona Militar Alpha, un antiguo punto estratégico en tiempos de la guerra fría. Habían salido del portaaviones Royal Army en las inmediaciones del mar escandinavo, hacía 4 horas y media. Ya muy cerca del objetivo por el tortuoso paisaje que ofrecía el gélido mar habían comenzado a avistar de tanto en tanto una pequeña flotilla de rompehielos encallados, algunos ya con una buena capa de hielo que empezaba a cubrirlos.

Un poco mas allá los icebergs parecían describir un anillo de hielo gigante visto desde las alturas, en medio de este se encontraban dos barcos, el primero era un buque de carga con severas señales de óxido y deterioro y el segundo era un rompehielos militar del gobierno noruego, el Vörks.

En este último con gran cuidado se posaron ambos helicópteros, que dada la grisácea y negrusca monotonía del paisaje, resaltaban debido a su color rojo. Envueltos en ropa térmica descendieron los tripulantes, dándose el acostumbardo saludo militar Andrew Stenton y el Capitán Noruego Drej Valder, el cuál los condujo hasta un habitáculo acondicionado casi como sala de guerra en donde procedió la esperada conferencia.

Tomando la palabra el capitán Valder. Representantes del Consejo Real de Seguridad Noruego: Capitana Dana Rötverg, Dr. Eliahs Vromg y Capitán Drej Valder. Representantes del MI6: Teniente Joseph E. Edwards, Capitán Andrew Stenton, Dra. Claire Sanders y Dr. John Carvin. Dr. Vromg?.

Vromg carraspeó y comenzó en prefecto inglés: El gobierno británico nos notificó que desde hace un tiempo se descubrió en su satélite de observación una especie de cementerio de barcos en la antigua Zona Militar Alfa, recomendándonos poner cartas en el asunto. Desde entonces el asunto se volvió jurisdicción del gobierno noruego. Sin embargo hemos de reconocerlo el asunto no se volvió una prioridad, pues según la información primaria recabada se trataba de un asentamiento irregular o deshuesadero de balleneros clandestinos.

El problema sobrevino con el escándalo del Horus III y la pugna entre BP PLC y Statoil apartir de los artículos del New York Times, resulta que el Horus III lo tenemos al lado de esta nave. La creciente acumulación de barcos desaparecidos por esta zona volvió el asunto peligroso de manera alarmante.

Si mal no recuerdo. Interrumpió Stenton; Varios acorazados desaparecidos han venido a encontrarse aquí. Si, entre ellos su precioso British Endeavour, nave de última tecnología. Volvió a interrumpir Vromg.

El cuál detectamos hundido justo debajo del Horus III, inquirió de nuevo Stenton. Vromg tomó aire y prosiguió. De modo que aunque sigue siendo información clasificada estamos en riesgo de que de un momento a otro, si hablan las personas equivocadas el asunto estalle en los medios.

Un incómodo silencio inundó el ambiente, pero Stenton siguió adelante. Teniente Edwards, en resumidas cuentas que es lo que sabe su área que podamos confirmar con los caballeros?. Edwards, se tomó su tiempo para contestar, se revolvió en su silla acomodando unos papeles y comenzó:

El satélite detectó una anomalía electromagnética en la Zona Militar Alpha meses después del aviso emitido a la cancillería noruega, no me refiero a los campos magnéticos comunes de estas zonas, perfectamente descritos. Un campo superpuesto a estos campos ordinarios, oscilante y de alta frecuencia; el campo comienza cerca de las microondas y desciende en longitud de onda hasta casi los rayos gamma!. Sus oscilaciones no son armónicas sino caóticas y demasiado erráticas en cuestión de área, de tal suerte que es probable que eso confundiera los sistemas de navegación de los barcos; claro, no explica porque el horus III y el British Endeavour llegaron aquí.

Por lo que decidimos triangular las fluctuaciones electromagnéticas satelitalmente y con barcos especiales. En efecto el epicentro nos llevó a la zona Alpha, el inconveniente es que nuestra flota tampoco es inmune, perdimos algunos barcos y varios hombres. En conclusión aún no sabemos que causa el efecto electromagnético tan anómalo, sin embargo a raíz de los hallazgos últimos estamos todavía mas desconcertados.

Sabemos, dijo Valder que el lugar era una antigua zona de pruebas de submarinos soviéticos, de ahí que se militarizara extraoficialmente durante la guerra fría, por el bloque del oeste. Aunque no parece existir relación alguna, contraatacó Edwards, incluso tenemos barcos rusos entre los perdidos.

Bueno, la razón de esta junta es la inspección personal de los responsables de cada área. Habló por vez primera la capitana Rötverg, es simplemente inconcebible que entre tantos desaparecidos, que suman mas de 600 solo se encuentren 18 cadáveres, en el Horus III y ni siquiera hayan pertenecido a su tripulación. Quienes son estonces? cortó la Dra. Sanders?. Al parecer los restos de la tripulación de un ballenero Islandés llamado Esturión, cuyo barco se encontró 33 km al sur de aqui, como llegó hasta allí, no lo sabemos.

Edwards, pedí que viniera porque según las observaciones justo en este punto se forma lo que podríamos llamar el vórtice de un remolino electromagnético, es decir; las radiaciones suben casi en espiral hasta cierta altura y luego caen alrededor del anillo de hielo formando el segundo campo, nunca habíamos visto nada igual.

Ah sido sopresa tras sopresa, continuó Valder. Se suponía que el Horus III contenía maquinaria para instalaciones petroleras, sin embargo el barco está completamente vacío de ellas, en su lugar está atascado de contenedores con algo etiquetado como Zvirax; no trae mas descripción que un código de barras ilegible y el nombre de lo que parece ser la empresa fabricante: Mulholland.

Ya se mandó a analizar, es un líquido negro y viscoso, sin embargo hasta que tengamos los resultados de la resonancia magnética nuclear solo podemos decir que es una especie de disacárido unido a una molécula orgánica compleja.

De Mulholland parece ser una empresa fantasma relacionada en apariencia con BP PLC cuyos directores eran un tal Daniel Carlton y Christov Bora. Se investiga sobre esa línea.

Es mejor pasar a ver los cuerpos, doctores. Me ha hecho traer un psiquiatra, se puede saber porque?; preguntó Stenton. Sin dejar de avanzar y sin voltear la cabeza Valder respondió: Es que hay un sobreviviente.